jueves, 24 de mayo de 2012

El cochinero, a la orden del día.

Desde que se abrió este espacio, muchos han sido los hechos y voces que han apuntado hacia personajes de la política cuyos sospechosas prácticas y vínculos se han descubierto como abiertas transas y malos manejos. Casos como el Humberto Moreira en Coahuila, o más recientemente el de Tomás Yarrington en Tamaulipas, y Narciso Agundez en Baja California Sur, evidencian que el cochinero está a la orden del día.

El proceso electoral es siempre un buen momento para poner en la palestra pública a estos individuos que, aferrados al poder, se han apoderado de espacios y posiciones para utilizar el bienestar colectivo como moneda de cambio de sus intereses personales. Esto, debido a la atención que medios y ciudadanía prestamos a estos momentos decisivos de nuestra vida política.

Para los que hacemos el Plaguicida Político resulta indispensable contar con espacios de denuncia de aquellos que buscan alcanzar un cargo público, pero cuyos antecedentes evidencian actitudes y conductas propias de delincuentes y asesinos que, una vez en el poder, sólo contribuyen a empeorar las condiciones de vida de las sociedades que gobiernan.

Este no es un espacio de promoción política. No tiene filiación ni preferencia por ningún candidato o partido. Es un espacio de denuncia.

La elección se acerca día con día. De quienes resulten ganadores, se definirá el rumbo que sigamos en el futuro.

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