jueves, 15 de mayo de 2014

Una lección que deja Mario Moreno Arcos.

¿Recuerda usted cuáles fueron las promesas de campaña del actual presidente municipal de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos? ¿Recuerda que hace tan solo dos años, durante el periodo electoral que lo llevó a ocupar la cabeza del ayuntamiento, con tal de ganar el voto de los ciudadanos ofreció resolver los problemas que durante años han aquejado al municipio y puso su supuesta "madurez política" como garantía de cumplimiento?

Hace también dos años, publicamos una columna en la que nos preguntamos si el entonces candidato y actual presidente municipal tenía las tablas y los resultados previos que avalaran sus compromisos de campaña. En aquél momento planteamos: "¿De verdad cree Mario Moreno Arcos que la ciudadanía no se da cuenta que hoy pide un voto sin resultados que lo avalen? ¿De verdad cree que la sociedad guerrerense quiere políticos que sólo busquen justificar su incompetencia? ¿Hasta dónde puede llegar el cinismo de la clase política? A los políticos se les elige para que resuelvan las problemáticas que enfrenta su gente, pero eso no parecen tenerlo muy claro quienes hoy gobiernan el municipio."

Las promesas incumplidas de Mario Moreno Arcos
durante su campaña en el año 2012.
Tales preguntas parecen no perder vigencia ante una realidad aplastante que ha puesto en evidencia la incapacidad de Mario Moreno Arcos para mejorar las condiciones de vida de la gente en Chilpancingo. ¿O es que el problema del agua se ha resuelto? ¿Y qué decir de la inseguridad creciente y la violencia galopante que a diario vive la ciudadanía? ¿Qué palabras tiene Moreno Arcos para esa maestra que encontraron ultrajada y lapidada en un kínder de Chilpancingo? ¿Y para esos ciduadanos que llevan 10 años olvidados por las administraciones municipales priístas?

Hoy nuevamente Mario Moreno Arcos vuelve a tomar la vía fácil y una vez más se convierte en el político del "yo no fui". Si anteriormente culpó a Zeferino Torreblanca, ahora que literalmente aventó la papa caliente de la inseguridad a los mandos federales renunciando a su obligación como presidente municipal, ¿a quién culpará?

La lección es clara: si algo le ha hecho daño a Chilpancingo, es la fila de políticos ambiciosos e incompetentes que han gobernado o mejor dicho, se han heredado el municipio durante años. Por supuesto, a ellos les importa poco la infinita cantidad de problemas que vive la gente. A ellos les importa y preocupa qué cargo ocuparán después y qué tipo de nuevas mentiras tendrán que inventar para alimentar sus obsesiones personales.

Mientras tanto, los ciudadanos, bien gracias.

martes, 24 de julio de 2012

Las cartas sobre la mesa

Mucho se ha dicho y escrito en este espacio sobre Manuel Añorve. Malos manejos, endeudamiento, guerra sucia y violencia, propuestas irresponsables, inseguridad a la orden del día, vínculos con el narcotráfico, etc., son sólo algunos de los temas que se han vinculado a este individuo que, en poco tiempo, después de su paso como presidente municipal de Acapulco, se convertirá en un flamante diputado plurinominal.

Traer de nuevo a colación a este personaje, tiene que ver con una nueva perla que le hereda a la gente a la que lo eligió: el desvío de 400 millones de pesos de su gestión en el municipio de Acapulco. Una cantidad obscena y vergonzosa que sólo evidencia, una vez más, la rapacidad e inconsciencia de quien pretendía ser gobernador del estado de Guerrero. No hay duda: el electorado tomó la mejor decisión al elegir abrumadoramente a su rival, Ángel Aguirre Rivero.

En cuanto Luis Walton, ganador indiscutible de la contienda por el municipio, tomé las riendas, queda por ver cómo se desarrollará el proceso para limpiar el cochinero que deja Manuel Añorve en Acapulco. La expectativa de que Walton hará un gobierno infinitamente superior, parece acertada.

Julio César Hernández.
Habrá que esperar a que se desarrollen los debidos procesos. Por lo pronto, el Contralor General del estado, Julio César Hernández Martínez, una de las figuras más respetables, destacadas y reconocidas del gabinete actual por el trabajo que ha realizado al castigar los malos manejos y proponer nuevas formas de buen gobierno, ha declarado que está listo para actuar y ya puso las cartas sobre la mesa: tan pronto se le dé el siga, entrará a investigar el caso.

No puede permitirse que aquellos que viven usando los cargos públicos como trampolines de sus posiciones políticas, pretendan vestirse de impunidad y engañar a los que los eligieron. Las cosas parecen estar cambiando.

Esperamos que así sea.



miércoles, 27 de junio de 2012

Entre broma y broma...

Entre broma y broma, la verdad se asoma, dicen por ahí. Los periodos electorales, con todo la carga racional y emotiva, chusca y violenta, que los acompañan, son el semillero del que surge gran parte de la normalmente inequívoca filosofía popular. Los comentarios, opiniones, insultos, groserías y demás artimañas que utilizan quienes de una u otra forma se ven involucrados en las elecciones, dejan un registro en nuestro inconsciente difícil de borrar. La más reciente campaña electoral por algunos distrito de Chilpancingo, así lo demuestra.

Desde hace ya algunas semanas, comenzó a circular por las redes sociales una imagen que muestra el rostro de Mario Moreno Arcos -una vez más candidato a la presidencia municipal-, Héctor Astudillo, actual presidente- y José Luis Perarlta Lobato -candidato a diputado-, tres políticos priístas cuya larga e ininterrumpida presencia en la política local, los ha convertido en blanco de críticas, tanto por ineptitud e ineficiencia de sus desastrosas gestiones, que hoy tienen a Chilpancingo en un estado lamentable, como por la obsesión caciquil por mantenerse en el poder y evitar la llegada de nuevos cuadros.

Independientemente de los comentarios que evoque la imagen, es indudable que ésta refleja un claro sentir ciudadano sobre los vicios y malas prácticas políticas que estos personajes han instaurado en el municipio, y quienes hoy, una vez más, buscan heredarse el poder para cubrirse la espalda y seguir haciendo de las suyas, manejando el municipio a discreción y como botín de uso estrictamente personal. Al menos, así lo muestra la dinámica entre Mario Moreno Arcos y Héctor Astudillo.

En el caso de José Luis Peralta Lobato, el asunto resulta más triste, pero no por eso menos grave. Este individuo, conocido por ser un auténtico bolsón, arrastra la sombra de ser el clásico burócrata-ocupa-cargos, que, entre otras cosas, fue despedido de la Secretaría de Educación por haber cometido la infame movida de incorporar a personas que cobraban como funcionarios, pero que realmente eran simples prestanombres que trasladaban su quincena a la bolsa del hoy candidato a diputado por el PRI en el VII distrito en el estado de Guerrero. El cinismo en su máxima expresión.

Para este personaje, traemos a colación un chusco video que muestra la faceta con la que el imaginario popular lo ubica: la del político huevón e ineficiente que vive del erario público bajo la ley del nulo esfuerzo y, por supuesto, de la insensibilidad por los problemas que realmente aquejan a la gente.





Cuando el río suena, es porque agua lleva, dice el viejo refrán. Si hoy a estos individuos se les apunta, es porque algo o mucho hay de cierto en lo que la gente comenta y platica.

Sus comentarios, son bienvenidos.

miércoles, 13 de junio de 2012

Nuevos personajes: "Malandros sin hueso".

La idea de este espacio ha sido la de denunciar a todos los malandros que se han colado en la política y han hecho de los cargos públicos sus botines personales, a partir de los cuales se han enriquecido de forma escandalosa y han utilizado como meros trampolines de sus ambiciones políticas, dejando olvidada a la gente que los eligió y apoyó.

Al observar la realidad electoral que vivimos hoy, hemos observado una nueva especie de individuos que resultan también muy nocivos para la convivencia social y política. Nos referimos a los "malandros sin hueso". Es decir, aquellos que por cosas del destino -o de su incompentencia- no alcanzaron un espacio para cobrar en el gobierno, o bien, lo perdieron por ineptos o ambiciosos.

Podemos mencionar a muchos de ellos -y lo haremos de manera recurrente- ya que estos individuos merecen ser conocidos por el cinismo y singular violencia verbal con que descalifican, algo que no contribuye a mejorar el de por sí complicado clima político que se vive, en este caso, en Guerrero.

Hoy nos centraremos en un tal Manuel Camargo de Chilpancingo. Real o no, este individuo se lleva las palmas por, entre otras cosas, hacer gala de su total desconocimiento del mundo profesional y académico, e intentar hacerse pasar por un "tipo que sabe". Un clásico "ignorante sabelotodo".

Fue imposible no soltar una sabrosa risotada al leer algunos comentarios suyos con los que intentaba descalificar a un candidato acusándolo de ser "DR. SIN MAESTRÍA". Tal vez nadie le ha explicado a este pobre individuo que en el mundo académico, no es indispensable tener un grado de maestría para ser Doctor. ¿Será que ni licenciatura tiene el tal Manuel?

Aún así, aplaudimos su valor para publicar comentarios que sólo evidencian su abismal ignorancia.

El otro caso, un poco más grave, es el de un tal Carr Miranda. Tanto él como Manuel Camargo, han sido muy activos para descalificar a un mismo candidato. Lo grave del Sr. Miranda, es el vocabulario violento que utiliza y que riega a mansalva por distintas cuentas e imágenes en Facebook.

Ya que los comentarios de este personaje son por demás desagradables, sólo mostramos una imagen de su perfil, para que, si usted lo ve por ahí, lo denuncie. Su lenguaje es por demás lamentable y hacer eco del mismo, es también ser cómplice de su violencia, su intolerancia, y por supuesto, aval de sus traumas personales.

Así, estos son dos de los primeros individuos merecen ser conocidos por la baja calidad ciudadana de su comportamiento, así como por la irresponsabilidad que demuestra su lenguaje destructivo y vulgar. Basta de estos malandros que disfrazados de ciudadanos, rompen el diálogo con tal de alimentar sus carencias personales e intelectuales.

Con este post inauguramos una nueva serie dedicada a los "malandros sin hueso". Aquellos individuos que, utilizando sus "cuentas personales" como instrumentos de descalificación, sólo contribuyen a descomponer el panorama político y no abonan en nada a la discusión de los temas que deben importar para evitar que pillos y ladrones se cuelen en la política y hagan de las suyas.

Hasta el próximo post.