jueves, 31 de mayo de 2012

Mario Moreno Arcos: el político del "yo no fui"

Tal vez una de las prácticas más perniciosas que los políticos utilizan para intentar ocultar su incompentencia, es aquella de culpar a otros por lo que en su momento, mientras ocuparon el cargo para el fueron electos,  "no pudieron hacer".  Más aún, si tal argumento se esgrime para pedir el voto de una ciudadanía a la que quieren gobernar nuevamente.

Aunque parezca historia de ficción, en Chilpancingo hoy se vive una historia de este tipo que se encarna en la figura de Mario Moreno Arcos, actual candidato a presidente municipal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Un individuo que busca repetir en el cargo y que en su momento, no sólo NO resolvió los principales problemas que aquejan al municipio, sino que pasó una nueva lista de los mismos a su amigo Héctor Astudillo Flores, actual presidente y orgulloso coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto.

Hace algunos días, en una reunión con transportistas, Moreno Arcos fue increpado sobre la falta de agua en el municipio, problema que lleva arrastrándose durante años y para el que ninguna de las administraciones priístas ha ofrecido soluciones reales. El argumento de la gente que lo confrontó fue claro, impecable e imposible de rebatir: si ya fue presidente municipal en su momento, por qué no resolvió el problema.

Un argumento imposible de rebatir, a menos que quien enfrenta tal argumento sea uno de esos políticos mañosos que ante la incapacidad de aceptar la responsabilidad de sus actos, opten por acusar a otros de sus mediocres resultados. Tal como Mario Moreno Arcos, quien, por la fácil, se limitó a decir que la culpa fue de Zeferino Torreblanca, ex gobernador del estado, quien, digámoslo así, no lo quería.

¿Es éste el tipo de políticos que necesitamos para cambiar las cosas? ¿De verdad cree Mario Moreno Arcos que la ciudadanía no se da cuenta que hoy pide un voto sin resultados que lo avalen? ¿De verdad cree que la sociedad guerrerense quiere políticos que sólo busquen justificar su incompetencia? ¿Hasta dónde puede llegar el cinismo de la clase política? A los políticos se les elige para que resuelvan las problemáticas que enfrenta su gente, pero eso no parecen tenerlo muy claro quienes hoy gobiernan el municipio.

Los años pasan y Chilpancingo sigue sin agua, pero eso no parece ser un problema para el propio Mario Moreno Arcos. Si no lo fue antes, ¿por qué habría de serlo hoy? A él lo que le importa es que la gente vote por él, lo que venga después es lo de menos.

Sabido es: Mario Moreno Arcos NO cumplió como presidente municipal en Chilpancingo. La pregunta debe ser, ¿por qué habría la ciudadanía de darle un voto de confianza otra vez?

Para reflexionar.


viernes, 25 de mayo de 2012

El PRI de siempre en Guerrero

El proceso electoral está de nuevo a todo en Guerrero. Una vez más, tenemos en el panorama una lista de figuras que intentan ganar el voto de los ciudadanos prometiendo sin reservas, las perlas de la virgen.

Manuel Añorve, Mario Moreno Arcos y Héctor Astudillo. El PRI de siempre en Guerrero.
Podríamos pensar que no hay ninguna novedad. Son los de siempre. Para muestra, basta observar la fotografía en la que aparecen Manuel Añorve -probado político con sospechosos vínculos, desastrosas gestiones y mañas sucias y violentas; Mario Moreno, de quien hablaremos más adelante; y Héctor Astudillo, presidente municipal saliente de Chilpancingo (famoso por su pésima gestión) y candidato perdedor a la gubernatura del estado de Guerrero. Los tres, con puestos garantizados como diputados plurinominales o al menos, con candidatura del PRI a puestos de elección popular.

Hoy, en Chilpancingo, Mario Moreno se lanza una vez más como candidato a la presidencia municipal. Acusado de traidor por sus seguidores priístas al haber apoyado abiertamente a Ángel Aguirre, hoy gobernador por el PRD en Guerrero, pide el voto de la ciudadanía prometiendo todo aquello que en su momento, no cumplió. Los problemas que arrastra el municipio, son resultado de la gestión de este personaje, los mismos que se han disparado con la de su sucesor, Héctor Astudillo.

La incapacidad del PRI en Guerrero para renovarse es alarmante. Sin nuevos rostros, hoy buscan una vez más el poder utilizando figuras rancias, añejas y altamente cuestionables, cuyas actitudes e intenciones, distan mucho de ser las de políticos de altura y con visión de estado. El caso de Mario Moreno en Chilpancingo, es similar al de Manuel Añorve en Acapulco. Ambos con resultados como gobernantes escandalosamente desastrosos y hoy, una vez, intentando engañar a los guerrerenses.

¿Son ellos los políticos que queremos para Guerrero?

jueves, 24 de mayo de 2012

El cochinero, a la orden del día.

Desde que se abrió este espacio, muchos han sido los hechos y voces que han apuntado hacia personajes de la política cuyos sospechosas prácticas y vínculos se han descubierto como abiertas transas y malos manejos. Casos como el Humberto Moreira en Coahuila, o más recientemente el de Tomás Yarrington en Tamaulipas, y Narciso Agundez en Baja California Sur, evidencian que el cochinero está a la orden del día.

El proceso electoral es siempre un buen momento para poner en la palestra pública a estos individuos que, aferrados al poder, se han apoderado de espacios y posiciones para utilizar el bienestar colectivo como moneda de cambio de sus intereses personales. Esto, debido a la atención que medios y ciudadanía prestamos a estos momentos decisivos de nuestra vida política.

Para los que hacemos el Plaguicida Político resulta indispensable contar con espacios de denuncia de aquellos que buscan alcanzar un cargo público, pero cuyos antecedentes evidencian actitudes y conductas propias de delincuentes y asesinos que, una vez en el poder, sólo contribuyen a empeorar las condiciones de vida de las sociedades que gobiernan.

Este no es un espacio de promoción política. No tiene filiación ni preferencia por ningún candidato o partido. Es un espacio de denuncia.

La elección se acerca día con día. De quienes resulten ganadores, se definirá el rumbo que sigamos en el futuro.